martes, 12 de abril de 2011

Infertilidad y esterilidad

Aunque existen diferencias entre la in fertilidad (incapacidad de completar un embarazo después de un tiempo razonable de relaciones sexuales sin utilizar métodos anticonceptivos) y la esterilidad (incapacidad para que se produzca la fecundación) en el lenguaje cotidiano se suelen utilizar indistintamente.

La infertilidad afecta al 10-15% de las parejas en edad reproductiva. En la mayor parte de los casos la infertilidad no excluye la posibilidad de concebir de forma natural, aunque disminuye la probabilidad.


La infertilidad puede deberse a causas masculinas (40%), femeninas (40%), o mixtas (20%). La infertilidad masculina esta relacionada, en su mayor parte, por una falta completa de espermatozoides, o anomalías en su morfología o movilidad. En las mujeres, las principales causas de infertilidad se deben a la ausencia de ovulación, la irregularidad en los ciclos ováricos o a problemas anatómicos y funcionales, como la obstrucción de las trompas de Falopio o alteraciones en la secreción cervical.

Actualmente, las dos causas que más limitan la fertilidad son la edad avanzada en la que se busca la maternidad y la paternidad, y las infecciones de transmisión sexual (ITS):

a) la fertilidad humana alcanza su punto máximo entre los 20 y 25 años. En la mujer, a partir de esa edad, la probabilidad de embarazo por ciclo menstrual empieza a disminuir hasta alcanzar la menopausia. En el varón la fertilidad disminuye progresivamente a partir de los 40 años.
b) Algunas ITS, como la clamidia o la gonorrea, tienes efectos directos sobre la fertilidad. Estas ITS, que frecuentemente son asintomáticas, pueden producir esterilidad tanto en el varón como en la mujer.

Otras causas de infertilidad son más difíciles de solucionar. Por eso, algunas parejas infértiles que desean ser padres acuden, transcurrido un tiempo, a la adopción.
Con frecuencia, se decide acudir a las técnicas de reproducción asistida sin información suficiente y sin ser bien conscientes de lo que esta en juego. El deber de consentimiento informado en estos casos no se cumple. Por ejemplo, pueden no ser conscientes de la gravedad de congelar embriones humanos, destruir los que no son perfectos, abortar los que sobran cuando se implantan muchos y sobreviven todos o de producir seres humanos para investigar. Seguramente si fueran informados muchos rechazarían estas técnicas.
rocio hernandez vilches

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